《Mensaje de RAFAEL VALDEZ -Periodista Económico Ecuatoriano》
Ser Abanderado no sirve. Y no hablo de lo que representa el símbolo patrio, sino de su relevancia en el mercado laboral. La foto será un bonito recuerdo que tal vez hinchará el pecho de los padres orgullosos, pero la verdad es que en el mundo laboral no les servirá de nada. Lo dice alguien que sacrificó muchas madrugadas en la niñez y adolescencia pensando que ser el Abanderado me daría mejores oportunidades de trabajo. No fue así. Ni siquiera la beca de la Universidad la obtuve por haber sido Abanderado, sino por haber ganado un concurso intercolegial de trivia. Hasta el día de hoy, nunca alguien me ha preguntado sobre eso en una entrevista de trabajo, ¡jamás! En cambio, sí me han preguntado: qué sabes hacer, dónde y con quién has trabajado, qué idiomas hablas, cuáles son tus mayores fortalezas y debilidades. Fuera del país, la situación es peor porque muchos ni siquiera saben lo que es ser “Abanderado”.
Hoy veo fotos de los hijos de mis amigos con sus diplomas y leo párrafos llenos de orgullo. Bueno, aquí va un consejo que nadie me ha pedido: los diplomas que cuelgan en Facebook o en la pared de su casa no servirán de nada en el mundo laboral, tampoco la Medalla de la Filantrópica, ni haber tenido el mejor promedio en la escuela o el colegio. Yo tuve todo eso y no me sirvió. Probablemente si me hubiera preocupado menos por las calificaciones, habría dedicado más tiempo a actividades que un niño y adolescente común hace. Lo que sí importa y lo que sí deben promover en sus hijos es que desarrollen habilidades: que lean, que sepan hablar en público, que hablen varios idiomas, que practiquen deportes para que sean disciplinados, que disfruten del teatro y el cine que son ventanas para conocer otras culturas. Eso que llamamos "cultura general" sí les servirá en el mercado laboral. Tuve compañeros en el colegio que eran felices sacando un 17 sobre 20 y hoy son profesionales exitosos. Y también conozco Abanderados que hoy son una oveja más del rebaño. En resumen, no molesten a sus hijos con las notas ni los diplomas porque eso no les servirá, mejor ayúdenles a desarrollar habilidades que sí aplicarán.
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