VÍCTOR VALDÉS: "Si volviera a nacer no sería portero, no es un camino fácil y no me ha compensado todos los años de sufrimiento. He tenido muchos días en los que no quería estar ahí, jugué porque me convencieron de jovencito y acepté el camino.
Cuando sobresales todos están contigo, pero cuando me lesioné me quedé solo. Fue una etapa muy dura, en parte, por mi cabezonería de querer estar solo. Después de una lesión así, la gente te trata como un lisiado y te aparta porque consideran que ya no vales. Nunca más seré una superestrella porque he estado ahí lesionado.
Tras mi lesión volví a la vida real. En los meses de recuperación vivía en un hotel e iba en tranvía a mi rehabilitación todos los días.
No me gusta la fama, el mundo del fútbol es muy hipócrita. Yo prefiero estar con los niños, enseñándoles qué pasa cuando se convierten en profesionales, 'cuando la luz se enciende y deseando que se les encienda'.
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