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HISTORIA DEL FAMOSO RESTAURANTE "EL CHINO" EN GUAYAQUIL

Circa 1995 - SUR DE GUAYAQUIL - LOCAL DE SANDUCHES "EL CHINO"
Calles : El Oro y Chile
Aunque en sus páginas de redes sociales se indica que el negocio se inició en 1977, la señora Carmen Galarza cuenta que empezó en 1975 con una pequeña carretilla en El Oro y Chile, cerca del Cristóbal Colón, donde los estudiantes e recuerdan emotivamente este lugar ya que sus 4 hamburguesas eran una insignia en sus tiempos de estudiantes, a pesar de los años siguen recordando y acercándose a consumir sin importar el lugar en donde vivan ahora.
Simón Narváez, proveniente de la ciudad de Esmeraldas, llegó a la ciudad de Guayaquil, específicamente al barrio Garay, cuando tenía 16 años. En este barrio fue donde conoció a Carmen Galarza, más conocida por sus clientes como Doña Carmen, que dejó a los 12 años su natal Jipijapa por motivos de la sequía que afectó los campos de Manabí en el año de 1960. El primer trabajo de Doña Carmen fue a los 16 años en Casa Tía, hoy conocida como Almacenes Tía. “Luego me cambié a De Prati y El Rosado”, recuerda Doña Carmen. Este trabajo lo realizaba durante el día, ya que en la noche se dedicaba a estudiar, al igual que Simón Narváez. Al poco tiempo comenzaron a salir y se casaron a los 18 años. Simón viajaba a la ciudad de Esmeraldas por cuestiones de trabajo hasta que obtuvo un trabajo de conserje en la ciudad de Guayaquil, del cual salió al poco tiempo. En 1975, sin empleo y con una familia que mantener, una amiga del anterior trabajo, le propuso darle una carreta para que venda algún producto elaborado por él. Luego de esto, empezó a vender hot dogs en su carreta con el nombre “El Chino”, ubicado en las calles de El Oro y Chile, diagonal al Barrio Centenario. Fruto del trabajo de su marido Simón Bolívar Narváez Vélez "El Chino" (+) y al buen sabor de los sánduches alquilaron, aquel local histórico ubicado en las mismas calles de El Oro y Chile, en frente del lugar donde actualmente funciona la matriz de sánduches El Chino en el barrio El Centenario, en el nuevo local, trabajaba junto a su esposa, quien lo ayudaba a preparar los hot dogs y al proceso de cobranza.
El negocio inició con la venta de hamburguesas y hot-dogs, exclusivamente, el local funcionaba como despensa durante los años 80. Al ver el éxito generado, decidieron incrementar nuevos productos a su cartera, tales como, hamburguesas y sánduches luego se fueron agregando sánduches de pollo, de pavo, de chancho hasta llegar a la actual selección que incluye también sánduches de filete de pollo, de lomo, de carne guisada, la jamonada y el sánduche cubano
Adicional, comenzaron a abrir nuevas sucursales las cuales estaban ubicadas en la av. Hermano Miguel y Leopoldo Jiménez, Los Almendros, y otro en Samborondón. Doña Carmen, recuerda mucho a un joven vendedor de bienes raíces que le aseguraba que “…Con el tiempo esto va a ser comercial. Verá que me va a terminar agradeciendo”, palabras que quedaron guardadas en la memoria de ella y que con el paso del tiempo, ha podido ver esta transformación de la ciudadela. Dejó de ser un lugar lleno de fango a convertirse en una llena de edificios y locales comerciales que se incorporando, pero que no desplazaron a “Sánduches El Chino”.
En la actualidad, el negocio es administrado generalmente por Doña Carmen debido a la muerte de su fundador, el Chino Narváez, a causa de leucemia en el año 2008. Ella es la cabeza del negocio familiar, pero ha distribuido la administración de sus sucursales a sus tres hijos: María del Carmen atiende en Vernaza Norte, Joffre en el sur y Marjorie en Samborondón. Sin embargo, con el paso del tiempo, el local de Samborondón cerró sus puertas y en la actualidad el local del sur ya no es administrado por uno de los hijos del “Chino”, sino por el señor Walter Hungría, quien ha comprado sus derechos de marca.

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