Oswaldo Guayasamín, como la mayoría conoce, fue un destacado pintor, dibujante, escultor y muralista ecuatoriano, reconocido por su compromiso con la representación de las luchas y sufrimientos de los pueblos latinoamericanos. Su obra, caracterizada por un estilo expresionista, aborda temas como la opresión, la injusticia y el dolor humano. Conoció y entabló amistad con personajes famosos como Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Fidel Castro, el rey de España, Rigoberta Menchú, la familia Rockefeller y Diego Rivera, entre otros. Sus obras se exhiben en murales en Ecuador, así como en Venezuela, España y Francia.
Sin embargo, su imagen se vio opacada dos años después de su muerte, cuando su segunda esposa, Luce DePerón, publicó su autobiografía Una luz sin sombras. En este libro, DePerón rompe el silencio sobre los malos tratos físicos y psicológicos que, según su testimonio, sufrió durante los 13 años de convivencia con el artista. La autora califica a Guayasamín como “mi verdugo” y detalla un “relato aterrador de las vejaciones” que padeció.
Entre los principales episodios de violencia relatados por DePerón, se destacan múltiples humillaciones y maltratos verbales, especialmente cuando el artista se embriagaba. También menciona que, con el tiempo, la violencia física se hizo presente, asegurando que recibió bofetadas y puñetazos por parte de Guayasamín.
Finalmente, la autora relata que, cuando intentó separarse de él, este recurrió a chantajes emocionales y control psicológico, incluyendo episodios de furia en los que rompía sus vestidos o destruía los retratos que le había pintado.
Este episodio, revelado dos años después de la muerte del artista, no ha sido objeto de una investigación profunda hasta la fecha.
Pero bueno, ¿ustedes qué opinan?
En la imagen, una de las más grandes obras del artista: el grito
0 Comentarios